Los últimos enigmas del monstruo.

Después de resolver el enigma de la tarta y de la pizza, aún tuvimos que resolver el enigma del donut. El monstruo nos retó a conseguir más trozos que él haciendo tres cortes en un donut. El reto no era fácil porque el monstruo conseguía 8 trozos. Con ayuda de plastilina y tras mucho ensayo, conseguimos 10 trozos de donut. El monstruo no pudo hacer otra cosa que liberar a los niños que tenía encerrados en la cueva.

Una noche, el monstruo hizo una visita al colegio. Quería conocernos. ¡Somos tan listos! Pero claro, a esas horas no estábamos y nos mandó una carta. Necesitaba nuestra ayuda. Quería saber de cuántas formas diferentes podía ir vestido a una fiesta de monstruos. Si le ayudábamos nos daría parte de su tesoro. Para ayudarle hicimos ropa de colores y empezamos a ver las posibilidades. Por supuesto lo conseguimos y le escribimos una carta para decirle la respuesta y preguntarle algunas dudas.

Para terminar nos pidió ayuda con un problema que tenía. ¿Cómo podían sentarse en la fiesta de monstruos Frankinstein, el hombre lobo, la momia, Drácula y él si algunos de ellos se llevaban mal y no querían estar juntos? Con un simple dibujo pudimos escribirle la solución con el ordenador y pedir la parte del tesoro que nos correspondía. Y llegó... ¡por fin! Unas moneditas de chocolate ricas, ricas.